Suena la alarma a las 4 de la mañana. Y yo, como un niño
chico, salgo de la cama de un bote.
Dándome prisa en ultimar las cosas recogí a los Manolos.
No eran las 5 de la mañana y ya estábamos en carretera.
Un viaje de 2 horas en la que hablamos, reímos y llamamos a
Yoigo unas 40 veces para habilitar los datos del móvil de Manu jajajaja
Paramos en una Gasolinera, que curiosamente fue la misma en
la que paramos 2 años atrás. Pues hicimos lo mismo que hace 730 días:
Mientras uno compraba los hielos, los otros dos corríamos por la Gasolinera
para no helarnos de frio jajajaja
Fue un viaje muy agradable, nos fuimos por la zona de
montaña, por lo que habías muchas curvas, pero unas curvas donde te encantaba
ver hasta donde podía dar el coche...
Llegamos a las 7 de la mañana al Circuito de Jerez, pero
como estaba cerrado nos fuimos al mismo bar donde fuimos a desayunar el año
pasado. Que hartá de reír nos dimos…estaban los mismos catetos, el mismo
camarero y el mismo frío. Eso me encantó.
Manu y yo no podíamos parar de reír dentro del bar
observando a los personajes que estaban desayunando.
Cuando salimos del bar, mi amigo Manu entró al baño mientras
yo salía diciendo: Hasta el año que viene!
Una vez en el maletero del coche con Manolo, el padre de
Manu, este sale del bar y le digo: Sácate las manos de los bolsillos… Y FUE COMO
EL AÑO PASADO, LLENAS DE PAPEL HIGIÉNICO PARA METER LAS CONORONAS Y LAS 1925
SIN QUE SONARAN EN LA MOCHILA JAJAJAJAJ
Y comenzó nuestra operación.
Empezamos a sacarlas cervezas de la nevera, a enrollarlas
en papel higiénico y a meterlas en las mochilas. Aquí ya estábamos acojonados,
no sabíamos si nuestra operación iba a funcionar…
Terminado el proceso nos dirigimos al aparcamiento del
Circuito de Jerez
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